Mi pasión por el dibujo surgió de manera innata desde muy pequeña, en mis primeros años de vida.
Me recuerdo con ellos, con los lápices de colores, fabricando recortables y buscando cartones y papeles, haciendo dibujitos en la pared o en suelo, por todas partes, y en el cole.
Todo con las consecuencias que imagináis, regañinas de mama por pintar donde no se debía y del maestro por no atender.
Buscaba motivos que dibujar.